El Camino hacia mi Destino
Abraza tus emociones en el cambio
So Purkh Naam
9/20/20244 min leer
¿Qué es lo que nos desconecta de la esencia?
Esta pregunta me la hacia cada día porque sentía que mi vida no tenía un sentido valioso para mi. Me encanta viajar y en cada viaje me conectaba con la pregunta ¿que necesito en mi vida? o más bien...¿que me falta en mi vida y que me sobra para ser feliz?
Años atrás había ido cumpliendo mis expectativas paso a paso dando lo mejor de mí, pero parece ser que eso no lo era todo para mí. Nos creamos cuentas a futuro de lo que debería ser nuestra vida, sin entender que la vida en si misma no tiene una programación, una expectativa real, solo es vivirla tal cual conectad@s a nosotros mismos.
Soy una apasionada del continente africano, quizás porque me siento muy conectada a la esencia misma, algo que siento que muchos nos hemos olvidado de ella por las expectativas. Estos viajes aventureros a la raíz mas pura del ser humano, me enseñan que en realidad no necesitamos materiales para vivir o sentir que somos felices. La felicidad no va en conseguir tener o en desear ser. No va ligada a tener o no suerte en la vida...No está en las oportunidades que se nos brindan, no está ligado a una persona física, no es algo que se puede comprar o exponer... La felicidad en si misma, es la ACEPTACIÓN de tu realidad y de cómo nos desenvolvemos con ella.
Y aquí viene otra de mis grandes preguntas...y entonces...
¿para que vivimos? ¿que significado tiene la vida en nosotros?
Parte de mis conclusiones en esa búsqueda incesante es que la VIDA en si misma es maravillosa, se nos da y se nos quita aquello como fichas de un juego para ir buscando estrategias constantemente con la finalidad de sentirte tu mism@. pero entra en juego un factor muy importante y es el APEGO a una estabilidad porque eso creemos que lleva a una seguridad estable en nuestra vida, olvidando que la vida es un juego, un aprendizaje constante de estrategias para nosotros mismos y lo mas importante para la relación con lo externo.
Las oportunidades que nos da la vida constantemente para volver a conectarnos de nuevo y escucharnos... pero si no encontramos ese equilibrio en el ruido externo, estimulado por el impulso o la excitación de lo de fuera, no conseguimos volver a la esencia, no conseguimos estar en calma.
Parte de nuestra felicidad está en encontrar el punto medio de la balanza de lo que sentimos a través del silencio para con nosotros y el ruido de los externo.
A través de este proceso de escucha interna, aprendí que la intuición es una buena guía, pero se ha de desarrollar. Escuchar nuestra voz interior, en lugar de dejarnos llevar totalmente por el miedo, nos permite confiar en la vida. Explorar la vida y aceptar todas sus fases, para surfear sus olas con la seguridad y calma de saber que solo el tiempo re-establece el orden. Porqué como sabéis no todo en la vida es orden... también está el caos... y es en el caos dónde nuestra consciencia y actitud de la vida nos enseña, donde realmente crecemos y buscamos re-conectarnos con nosotros dando un sentido a nuestra vida.
Y eso fue lo que pasó, escuche a mi vocecita interna llamada INTUICIÓN de que algo no estaba funcionando bien en mi vida, solo estimulaba mis sentidos para continuar hacia adelante sintiéndome vacía, y aun con gente a mi alrededor, sola.
¿Y que es lo que me frenaba?
EL APEGO, que es lo que nos vincula con lo que creemos que es seguro porque ya es conocido. Constantemente estamos apegados a las cosas, personas, materiales... pero no somos conscientes de que a veces esos apegos son un lastre que nos pesa en profundidad y que no nos deja avanzar. Este apego siempre se alimenta de una cosa, EL MIEDO, el miedo a lo desconocido, el miedo a tomar el riesgo de ver que hay tras una puerta cerrada y eso en ocasiones nos paraliza.
Y eso fue lo que me paralizaba a mi, el apego a un trabajo, que consideraba estable, el apego a personas que confiaba que eran buenas tenerlas en mi vida, hasta que la vida me mostró que estaba equivocada por no escuchar mi voz interna guiada por la intuición.
Así que ignorando las señales...
la vida, de manera inesperada, ME EMPUJÓ hacia mi destino.
Ahí sentí que la vida me estaba dando un mensaje claro, porqué hizo explotar mi apego. Todo lo que tenía bajo "control", mi seguridad, mi trabajo, mis amistades, mis creencias...se desmoronaba, se rompió.
Me rompió por dentro, sintiendo un punto importante de inflexión en mi vida.
Y aquí es cuando empieza el juego del SUFRIMIENTO, Empecé a relacionarme con el sufrimiento, con lo que el apego nos hace sentir cuando nos aferramos a algo. En realidad sufrimos porque nos apegamos a lo que teníamos controlado en nuestras vidas, sin permitir experimentar las nuevas puertas que se van abriendo. Parece fácil describirlo en unas lineas... pero me llevo años asimilarlo. Las relaciones que yo creía seguras, la confianza se rompía...y a veces no entendemos los porqués...pero la vida, con pequeñas migas, te va dejando pistas de los porqués, de como sucede y porqué sucede.
Me ayudó el entender mis emociones, el dejarme sentir por ellas, como parte de un proceso de duelo, dejar atrás mi vida anterior, romper con los vínculos emocionales que había establecido con tanta implicación y ver que era lo que me deparaba la vida. Lanzarme al mar, saltando de un bote que ya no era mi vehículo en la vida.
¿Quieres conocer mi viaje en ese nuevo Océano? Estate atent@ a la siguiente publicación.
Puede ayudarte a entender porque la vida te pone nuevas rutas de navegación.
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