Océano de Incertidumbre
La oscuridad de la noche y las olas que te asaltan.
So Purkh Naam
9/27/20243 min leer


En medio de mi viaje en un mar desconocido de emociones y sentimientos encontrados, descubrí las profundidades de mi ser y la esencia de la vida. Nos asusta sentir las emociones porque no controlamos lo que sucede en ellas, lo desconocemos... pero en este viaje en el que estaba hace unos cuantos mese atrás decidió brindarles la oportunidad de sentirlas en plenitud. Me encontraba en un lugar de lucha sin entender que me estaba pasando. Mi mente quería estar bien, pero mi cuerpo respondía de otra manera totalmente distinta.
Siempre pensé que la vida siempre es bonita, llena de aprendizajes, pero bonita, pero no es real... la vida a veces se transita por lugares oscuros en los que te puedes sentir perdid@. Ahí estaba yo... en mi bosque de sombras sin ver el camino, lleno de tinieblas mentales que confundían mi existencia y a penas me dejaba ver con claridad por donde ir.
Curioso lo que puede llegar a hacer la mente, algo que no controlamos. Creo que parte de nuestro sufrimiento viene del CONTROL. Cuando no controlamos lo que sucede nuestro sistema nervioso se pone en alerta buscando una explicación, una salida...pero el control, querid@ lector sólo es un mero lastre, como estar atad@ en las profundidades del océano por una pesada boya que te ancla en el fondo.
En realidad no controlamos nada, solo es una falsa ilusión. Esa ilusión de control pensamos que nos da la tranquilidad, pero en realidad se esconde un ancla que no te permite avanzar ni abrazar tus emociones. Y cuando estas aparecen vienen las olas de la ansiedad, miedos, inseguridades que nos tambalean en nuestra vida.
Cuando aparecen las olas de incertidumbre que golpean una y otra vez con tu ser, pero estas con esa ancla inmóvil, solo permites que te golpeen una y otra vez sintiendo el desgaste físico y mental, hiriendo el corazón y terminando por encontrarte cada vez más profundo. Eso es lo que hace el intento de control
Yo continuaba con mi práctica, me ayudaba a sostenerme como burbuja de aire en las inmensidades de mis sombras, pero mi intuición me decía que estuviera tranquila... que abrazara esas sensaciones, sintiéndolas, abrazando cada detalle de ellas.
Cada ola que me golpeaba traía consigo una nueva lección, un nuevo matiz de mi identidad que nunca había explorado. Las tormentas emocionales me llevaron a reflexionar sobre mis deseos, miedos y aspiraciones, revelando aspectos ocultos de mí mismo que estaban ansiosos por salir a la luz.
A medida que navegaba por este océano de incertidumbre, comprendí que la vida es un camino lleno de altibajos, donde cada experiencia, ya sea dulce o amarga, contribuye a la construcción de quien soy. Este viaje, aunque desafiante, se convirtió en una oportunidad para crecer y encontrar un significado más profundo en mi existencia.
Abrazar lo que sentía era permitir ver mi sombra para abrir un hueco a un pequeño rayo de sol que iluminara mi transitar. Era como si poco a poco fuera rompiendo una cadena de ese control pesado, permitiendo que esa rigidez que me mantenía en las profundidades me soltara para fluir con las olas de la vida, y entendí que los golpes eran más fluidos... y RECONOCER mis emociones era abrazar esa parte de mi que siempre había odiado tener por ser una persona PAS (Persona Altamente Sensible) y pensé ¿y si cambio de estrategia esta vez?
Fue cuando entonces abrazaba el miedo a pederme, abrazaba el llanto y me mecía con el, abrazaba la ira y bailaba en su danza hasta que su fuego se apagaba...y poco a poco la intensidad de aquellas emociones iban calmándose. Solo las escuchaba y las RESPIRABA, diciéndome a mi misma que ellas también eran parte de mi, eran mis sombras!
Recordaba como cuando estas en una ashana de Yoga a veces tu mente y tu cuerpo empiezan a estar en un discurso mediático frente a la incomodidad... y la indicaciones de mi maestro "respíralo" me hacían sostener la postura en el tiempo. "Enfoca y dirige tu atención", dirigiendo la atención en la respiración tus aguas comienzan a encontrar tu calma. Pero esto requiere no solo de una vez, sino de años de práctica...
De entender que solo es cuestión de tiempo... porque el tiempo y respirar es la mejor manera de calmar esas olas salvajes que a veces nos vuelcan.
Enfoca tu atención en la respiración para salir de las sombras y así poder encontrar tu calma.
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